Entrevista realizada a un docente e investigador en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Serradell. Nos va a desgranar uno por uno todos los mitos y realidades que rodean una energía inmersa actualmente en un intenso debate entre defensores y detractores.
-¿A qué se debe la acumulación de incidentes que han registrado varias centrales nucleares españolas en los últimos meses?
-Es una desgracia que haya ocurrido. Y, para los que estamos inmersos en este campo, es sorprendente. Las paradas automáticas y el incendio de estos últimos días en Vandellós son preocupantes en la medida que indican de algún modo que es preciso plantearse algunas cosas. Sin embargo, hay que resaltar que el riesgo de todos estos incidentes sobre los trabajadores y la población ha sido prácticamente despreciable.
-El Centro de Seguridad Nuclear ha reclamado informes.
-Obviamente, si de mí dependiera, también llamaría a las centrales y les preguntaría qué está sucediendo.
-Siempre que se producen sucesos de este tipo, a mucha población le viene a la cabeza el caso de Chernóbil.
-La nuclear es una opción energética de primer nivel y está sometida a esa potencialidad. A nadie se le escapa que tiene una gran capacidad tecnológica. Las organizaciones antinucleares siempre tratan de vincular esta energía con las explosiones nucleares. El de Chernóbil fue un hecho importantísimo que supuso un parón importante en el desarrollo de la energía nuclear. Así, con cualquier incidente, estas organizaciones tratan de vincularlo para poner a la sociedad en contra de esta solución. Pero en Chernóbil fueron poco cuidadosos realizando experimentos en planta. Hicieron cosas que no se deben hacer, cosas que en el mundo occidental está prohibido.
-¿Hay falta de información?
-El funcionamiento de una central nuclear es tremendamente sencillo. Solamente hay que unir una serie de materiales para producir energía. Pero todo esto hay que controlarlo. Y para controlarlo hay infinidad de sistemas muy complejos de los que tenemos que estar seguros de que funcionarán cuando necesitemos que funcionen. Todo eso trae enormes cantidades de información y de estudios que cuya transmisión a la sociedad es complicada. Resulta evidente que falta información. Las organizaciones tienen unan disposición piramidal que pone muy difícil hablar a quienes las integran.
-Con la escalada del precio de los hidrocarburos, algunos defienden la nuclear como la opción más barata para generar electricidad.
-La energía nuclear tiene una característica que me parece, desde el punto de vista económico, muy importante: el combustible tiene una repercusión muy baja en el precio de la electricidad producida. La mayor parte de la repercusión hay que buscarla en la inversión inicial.
-Otros aseguran que se pasará de depender de los productores de petróleo a hacerlo de los del uranio.
-Los que dicen que las reservas de uranio son bajas incurren en una falsedad manifiesta. Las reservas del combustible nuclear son inmensas. Podrían cubrir los próximos mil años. Determinados materiales que no son válidos se pueden transformar en combustibles, y eso multiplica las reservas por cien.
-¿Las centrales nucleares son seguras?
-Multiplicando el número de reactores nucleares con el tiempo que están operativos, llevan casi 20.000 años de funcionamiento. Si quitamos Chernóbil, el número accidentes con liberaciones de productos radiactivos al medio que lo hayan hecho en cantidades apreciables es inexistente. ¿Podría haber liberación de productos radiactivos? Sí, pero en cantidades muy pequeñas. Como sucedió en Ascó. Sin embargo, el impacto radiológico para la población es despreciable. Afortunadamente, la radiactividad se detecta de una manera muy sencilla. Y cantidades mínimas las vemos con nitidez. Eso puede llevar a pensar que es algo negativo, pero no es cierto. En la propia naturaleza hay radiactividad. En las capas altas de la atmósfera se está formando permanentemente.
-¿Las instalaciones nucleares están evolucionando en seguridad y generación eléctrica?
-En estos momentos hay muchos diseños. Hay incluso lo que se llama la «generación cuatro», centrales innovadoras que no tienen que ver mucho con las actuales. Aun así, , desde Chernóbil, no hay una gran innovación porque no se está invirtiendo casi nada. Los que ponen el dinero no lo quieren hacer en cosas que no son viables, ya que el rechazo social es alto. Este es un freno que habrá que liberar.
-En España hay una moratoria nuclear desde finales de los años ochenta.
-Una moratoria que costó a los españoles 200.000 millones de pesetas de aquella época. Y todo eso era para mantener simplemente las cosas como estaban. Ahí está el gasto anual de centrales que nunca llegaron a funcionar.
-El debate está vivo. Ningún partido político se atreve a pronunciarse a favor, pero la UE y la patronal ya han pedido retomar la construcción de centrales.
-Es una opción que siempre hay que tener dentro de la cesta de suministro eléctrico. El Gobierno de la legislatura anterior estableció una mesa de diálogo. El entonces ministro José Montilla hizo la primera y única reunión que ha habido para ver si finalmente se retoma esta energía. Yo creo que, tarden más o menos, no tendrán otra alternativa que abordarlo.
-Francia, con más de 60 centrales, exporta electricidad a España.
-Por supuesto, Francia exporta electricidad y, sobre todo, exporta tecnología. Casi el 80% de la producción enérgica francesa es de origen nuclear. Y las exportaciones a sus vecinos son muy importantes, algo que agradece su PIB.
-¿La centrales españolas están preparadas para prorrogar su actividad?
-Si se opera bien, las centrales son entes que están siempre renovándose. Permanentemente se hacen mejoras que dejan las instalaciones casi nuevas. Hay centrales de EE.UU. con permiso para operar durante sesenta años. Con toda seguridad, se alargará la vida útil de las centrales españolas. Pueden funcionar hasta un siglo. Pero esto supone también un mantenimiento continuo.
-¿Los incidentes en Cofrentes han sido tan graves?
-Desde el punto de vista radiológico, el impacto ha sido nulo. Al principio, las centrales españolas tenían siete u ocho paradas automáticas cada año. Y no llamaba la atención. Se estudiaron las causas y se redujeron. Así, durante mucho tiempo hemos tenido cero paradas automáticas. Y de ninguna hemos pasado a cuatro este año, por lo que hay que ver las causas. El nivel de seguridad de la central es muy exigente. Cofrentes es muy importante: es el origen del 84% de la producción eléctrica de la Comunidad Valenciana.
Introduccion al tema
La energía nuclear es una forma de energía. Es aquella que se libera como resultado de una reacción nuclear. Se puede obtener por el proceso de Fisión (división de núcleos atómicos pesados) o por Fusión (unión de núcleos atómicos muy livianos). En las reacciones nucleares se libera una gran cantidad de energía debido a que parte de la masa de las partículas involucradas en el proceso, se transforma directamente en energía.
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